San Lorenzo venció a Estudiantes por la Copa Argentina El Ciclón sopló fuerte

El equipo de Biaggio avanzó a los cuartos de final, con un triunfo necesario para superar el mal momento que trajo su eliminación de la Sudamericana y su flojo andar en la Superliga.

San Lorenzo derrotó 3-1 a Estudiantes en Mendoza y clasificó a los cuartos de final de la Copa Argentina, instancia en la que enfrentará a Temperley. El triunfo del conjunto que dirige Claudio Biaggio llegó en un momento en que lo necesitaba mucho, por su floja actualidad en la Superliga, pero sobre todo por la eliminación a manos de Nacional de Montevideo en la Copa Sudamericana.

La urgencia del Ciclón lo transformó en un equipo impreciso en los minutos iniciales. Esa falencia y la propuesta de trámite friccionado de Estudiantes se tradujeron en un partido de vuelo bajo. Los once conducidos por Leandro Benítez apostaban a agruparse y sacar el contragolpe. Pero su búsqueda en ataque quedaba reducida a las pelotas paradas. Por esa vía estuvieron a punto de sacar ventaja, cuando a los 39 minutos Lugüercio conectó un corner y exigió una volada salvadora de Navarro. Del gol salvado al gol convertido. Porque dos minutos más tarde, Gaich capturó la pelota en tres cuartos, eludió a dos rivales y cuando entró al área fue derribado por Braña. El árbitro Espinoza vio penal y Mouche se encargó de cambiarlo por gol.

La desventaja en el marcador exigía un cambio de actitud de Estudiantes para el complemento. Esa intención quedó exhibida en una mayor dinámica. Pero las acciones de peligro siempre las producía desde las pelotas parada. Y así llegó al empate. Un tiro libre cayó en el segundo palo, el hombre de Estudiantes le ganó a todos y puso la pelota en el primer poste para la arremetida de Sánchez, que cabeceó para el 1-1.

La igualdad equilibró el trámite. Las situaciones de gol escasearon y se daban más por errores que por maniobras elaboradas. La más clara la tuvo Reniero, que aprovechó un yerro de Braña para enfrentar a Andújar, quien le tapó el remate. Aquella vez ganó el arquero, pero a los 79 ganó el delantero, quien le puso el moño a un gran pase en cortada de Belluschi –volvió a jugar tras un largo tiempo de inactividad– señalando el 2-1. Cuatro minutos después, aquella asociación Belluschi-Reniero se repitió pero con el protagonismo de Botta y  Gaich. El volante la puso de zurda al vacío y el juvenil definió para señalar el 3-1 final.

 

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