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El homenaje de la Universidad Nacional de las ArtesLa madre Taty Almeida también es doctora

El viernes a Taty le otorgaron el doctorado Honoris Causa por su defensa de los derechos humanos. El Consejo Superior de la UNA lo aprobó por unanimidad.

“Estoy muy agradecida y con el corazón lleno”, dijo ayer, todavía conmovida, Taty Almeida, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, luego de que el viernes la Universidad Nacional de las Artes (UNA) le entregara el título de Doctora Honoris Causa en la sede del Área Transdepartamental de Folklore de esa casa de estudios. El reconocimiento, aprobado por unanimidad en el Consejo Superior, tuvo como fundamentos “su larga trayectoria en la difusión y promoción de la defensa de los Derechos Humanos y su labor fundamental en la consolidación de la memoria colectiva de la sociedad argentina y latinoamericana”.

Taty habló con PáginaI12, dijo, “desde la cama”. El acto académico realizado el viernes, en el que el diputado Eduardo “Wado” de Pedro y la fotógrafa Lucía Quieto, ambos miembros de la agrupación H.I.J.O.S., le dieron su diploma de Doctora Honoris Causa de la UNA –el segundo tras el que recibió en 2017 por parte de la Universidad Nacional de Córdoba– la dejó exhausta, “cansada, pero de la emoción”. El evento, que de “académico” tuvo poco, adquirió la forma de un espacio de encuentro entre Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, integrantes de organismos de Derechos Humanos, legisladores nacionales y porteños, dirigentes sociales y sindicales, artistas, personalidades de la cultura popular y más de 700 personas que se acercaron a la sede ubicada en Sánchez de Loria 443 hasta que la hicieron colapsar. El cierre contó con la intervención de los elencos institucionales y con una presentación de integrantes del colectivo “Teatro x la Identidad”.

“Fue tan lindo ver, desde el escenario, esos pañuelos blancos iguales al mío. Se respiraba amor, cariño y fuerza”, resumió Taty, al tiempo que destacó que “fue un momento muy especial porque, por supuesto, yo se lo dediqué a mis tres hijos y, especialmente a Alejandro y a los 30.000, y recordé mucho a las Madres que por razones de salud no pudieron estar y a las que ya no están. Con los días que se están viviendo desde que están (el presidente, Mauricio) Macri y compañía, esto fue un bálsamo y una caricia para el alma”, aseguró.

“Fue una actividad muy emotiva, lo cuento y me vuelvo a emocionar”, sostuvo Víctor Giusto, decano director de la unidad académica de folklore de la UNA, desde donde se impulsó el reconocimiento a Taty que instantáneamente obtuvo la venia de la rectora Sandra Torlucci y se aprobó por la totalidad de los miembros del Consejo Superior. “La memoria y la identidad son las bases de nuestro folklore”, agregó Giusto, y explicó que uno de los motivos que motorizó el pedido fue “su historia y, sobre todo, su lucha por buscar la verdad y la justicia, pero sin pedir venganza”.

En paralelo, Giusto señaló que “Taty siempre acompañó” el trabajo y la actividades organizadas por el área que dirige, entre ellas, el festival Folklore y Arte Popular por la Identidad (FAPI) que ya va por su sexta edición, y que además “tiene muy buena recepción con los estudiantes”. “En los organismos, en las Madres y las Abuelas encontré el abrazo de mis compañeros detenidos desaparecidos, por quienes me acerqué a los derechos humanos”, apuntó Giusto, y señaló que el acto “fue movilizador porque salimos con más ganas de seguir la lucha que ellas dan con una polenta increíble”. “La memoria la tenemos que tener todos viva, para que no nos quieran cambiar la historia como viene haciendo este gobierno”, concluyó.

Informe: Sibila Gálvez Sánchez.

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