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Malena Galmarini destruye el convenio de la Aysa de Macri con Boca

«Una cosa es la publicidad y otra la propaganda política»
«La empresa no le pagaba a Boca para dar a conocer sus servicios y ni siquiera elaboraba la lista de periodistas privilegiados que se hacía en el Ministerio del Interior, así que al margen del valor monetario lo que me parece es que hay una falta de valor ético y moral», le dijo a Página/12 la funcionaria.

«Una cosa es la publicidad y otra cosa es la propaganda política», asegura Malena Galmarini, titular de Aguas y Saneamientos Argentinos (AySA), para explicar en un diálogo exclusivo con Página/12 por qué ordenó frenar un convenio firmado por esa empresa con el club Boca Juniors.

Una auditoría interna sobre los fondos de AySA reveló que la administración de Mauricio Macri en Aguas había firmado con el club preferido del ex Presidente un acuerdo por 2 millones de pesos anuales en concepto de invitaciones para ver partidos en sectores vip de la Bombonera y participar de recorridas turísticas por el estadio. El acuerdo fue firmado en plena campaña electoral de 2019.

«Esto no es un partido, es una empresa»

«Esto no es un partido político, es una empresa que brinda un servicio esencial, que además es deficitaria, que la dejaron arrasada como dejaron al país, así que al margen del valor monetario lo que me parece es que hay una falta de valor ético y moral», explica la funcionaria.

Durante todo el día, después de que su marido Sergio Massa asegurara que el caso muestra que “los famosos CEOs usaron al Estado como botín de guerra”, el debate se concentró en el monto del contrato en cuestión.

«No importa el valor del contrato»

«Independientemente del valor del contrato –explica Galmarini–, a mí lo que me parece es que es poco ético, sobre todo porque no se trataba de una acción de marketing. No era que la empresa estaba pagando eso para dar a conocer sus servicios, sino que llevaba periodistas, y ni siquiera el listado de esos periodistas se hacía desde Aysa sino en el Ministerio del Interior, Vale decir que no era una acción de marketing sino una acción política.»

A partir de esa conclusión, se precipitaron las decisiones empresarias. «Lo primero que hice cuando lo descubrimos es resolver que no se pagaba e instruir a la sección de jurídicos que analice cómo se había hecho todo eso. Ahora están preparando ese informe para ver si hay alguna medida que tomar, obviamente no respecto del club sino del director a cargo.»

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