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Juan Carlos Saravia, el del estilo sencillo, directo y bien criollo

El fundador de Los Chalchaleros tenía 89 años
Nacido en Salta en 1930, con 18 años recién cumplidos debutó al frente de la agrupación. Su muerte ocurrió en la tarde de ayer en Salta.

Sencillo, directo, despojado y bien criollo. Así es el estilo que construyeron Los Chalchaleros, histórico y popular grupo folklórico que recorrió los escenarios durante más de 50 años. Este viernes a la tarde, parte de esa historia fundamental de la música de raíz folklórica argentina se fue con Juan Carlos Saravia, cantor, guitarrista y líder chalchalero, quien falleció a los 89 años en Buenos Aires debido a problemas de salud. “Su voz de timbre único e inconfundible creó un estilo dentro del canto popular que jamás encontrará olvido”, sostuvo la cantora correntina y ex ministra de Cultura, Teresa Parodi.

Saravia había nacido en Salta el 14 de mayo de 1930. Su debut al frente de Los Chalchaleros lo hizo con apenas 18 años. El conjunto se creó en 1948 y se disolvió en 2003, tras una extensa gira de despedida que contó con 24 conciertos en el teatro Coliseo, el predio de Sociedad Rural y shows en todo el país. El adiós definitivo con su última formación –Juan Carlos Saravia, Polo Román, Pancho Figueroa y FacundoSaravia– lo brindan en el Polideportivo Delmi de Salta, en 2002.

“El nombre quedará para la gente, como homenaje a todo lo que nos dieron. Queremos que tengan el recuerdo de cuatro personas que han dejado de cantar en un momento en que podrían seguir haciéndolo y no el de tipos que terminen haciendo un espectáculo que dé pena y que no se condiga con el cariño”, le había dicho Juan Carlos Saravia a Página/12 en vísperas de la despedida.

A lo largo de 50 años de trayectoria, el grupo salteño grabó alrededor de 50 discos y vendió casi 8 millones de copias, siempre fiel a un estilo bien definido: un sonido criollo y tradicional a fuerza de tres guitarras, un bombo y cuatro voces. Un estilo compartido con grupos de la época dorada del folklore, como Los Fronterizos, con quienes los “unía” una especie de rivalidad. En 1988, celebran 40 años de trayectora en el teatro Colón, lo que significa un hecho relevante para la música popular.

En su repertorio, Los Chalchaleros popularizaron obras tradicionales como la zamba “La López Pereyra”, “Zamba de Vargas” (recopilada por Andrés Chazarreta), “Viene clareando” o «Luna tucumana», de Atahualpa Yupanqui. O “Zamba por vos”, de Alfredo Zitarrosa, un confeso admirador suyo. Si bien siempre evitaron politizar su música o comprometerse con causas sociales, trazaron vínculos con Mercedes Sosa e incluyeron en su repertorio obras de marcado contenido político, como “El arriero”.

“Mucha gente dijo que nosotros cantábamos canciones estúpidas, sin compromiso, porque nunca hicimos demagogia. Desde que comenzamos cantamos ‘El arriero’, pero jamás salimos a decir: ‘Esta canción es la demostración de la explotación del hombre por el hombre, del hacendado y del peón’. Si uno dice todo eso en el escenario, se gana el aplauso de la gente, porque las desigualdades sociales y económicas que tiene la humanidad no van a desaparecer jamás, y la mayoría del público es parte de la gente necesitada. Pero jamás lo dijimos, porque Yupanqui lo dice todo”, le dijo Saravia a este diario en una nota publicada en 2002.

Si de legados y continuidades se trata, el Dúo Coplanacu es uno de los herederos de ese sonido simple y criollo que caracterizaba a Los Chalchaleros. “Se nos fue Don Juan Carlos Saravia, sin duda la voz líder y el sonido de Los Chalchaleros. Su legado es inmenso”, le dijo a Télam Roberto Cantos, del Dúo Coplanacu. “La música de Los Chalchaleros ha sido de lo más representativo que ha tenido nuestro país durante muchísimos años. Agradecemos profundamente su camino y su entrega”, completó Cantos.

Para Los Copla, los “Chalcha” son respetados tanto por renovadores como por tradicionalistas porque todos crecieron escuchándolos en la radio y los festivales. De hecho, en varias oportunidades han invitado a cantar a músicos de otros universos estéticos, como Fito Páez, con quien regalaron en vivo una versión de “Luna tucumana”. En 2000, editaron su último disco: Todos somos Chalchaleros, con participaciones de Les Luthiers, Eduardo Falú y Joan Manuel Serrat, con quien cantaron “Zamba del grillo”.

«Saravia no fue solamente un gran artista sino un hombre inmensamente generoso, bueno y transparente», sostuvo el acordeonista misionero Chango Spasiuk, quien hace 31 años debutó en el festival de Jesús María invitado por el músico chalchalero. “Desde que lo conocí, Juan Carlos inundó mi vida de buenos gestos. Gracias a él y a ellos pude dar inicio a una exposición dentro del circuito de folclore porque Los Chalchaleros son una institución”, resaltó Spasiuk.

Además, Saravia se desempeñó como tesorero de la Asociación Argentina de Intérpretes (AADI). “Fue un gran defensor del derecho de los artistas intérpretes musicales y dueño de una simpatía irrepetible. Lo vamos a extrañar”, sostuvo en un comunicado AADI. Los restos del cantor y guitarrista fueron velados el sábado a la mañana en la casa de sepelios Del Libertador, en avenida Congreso 1757, y luego será trasladado al cementerio Jardín de Paz.

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