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El Papa y Alberto Fernández se reunieron en el Vaticano

El encuentro fue de 44 minutos.

Francisco recibió al presidente en la biblioteca del Palacio Pontificio. Fue una reunión cordial en la que ambos se mostraron distendidos. Duró 44 minutos, el doble de tiempo de la que el Papa, con gesto serio y sin sonrisas, mantuvo en su momento con Mauricio Macri.

“Bienvenido”, le dijo el Papa en retribución al “Santo Padre, ¡qué gusto al verlo!” con el que Alberto Fernández lo saludó en su ingreso a la Sala del Troneto del Vaticano. Allí lo recibió Francisco y luego lo invitó a pasar a la biblioteca del segundo piso del Palacio Apostólico para mantener el primer encuentro entre ambos desde la llegada del actual presidente a la Casa Rosada.

Fernández llegó puntual a su encuentro con Francisco. El anfitrión lo recibió con cordialidad y ambos se mostraron distendidos. “Pase usted”, se mostró cortés el mandatario al momento de ingresar a biblioteca. “No, primero el monaguillo”, reaccionó el Papa, ante las sonrisas de quienes presenciaban la escena.

A la biblioteca privada del Papa sólo ingresaron Francisco y Fernández. El encuentro se prolongó durante 44 minutos. El tiempo que el Papa dedica a quienes recibe no es un dato menor: es un dato que se tiene en cuenta para evaluar su cercanía con los invitados.

En este caso no pasó inadvertido que el Papa estuvo con Fernández el doble de tiempo que con Macri en el 27 de febrero de 2016, cuando el entonces presidente lo visitó por primera vez. En aquel encuentro Jorge Bergoglio lo recibió con cara de perro y le concedió sólo 22 minutos de su tiempo, apenas ocho más que a la reina de Inglaterra. Macri volvió al Vaticano a fines de octubre de ese mismo año y ahí sí, además de una sonrisa, consiguió dialogar con el anfitrión 39 minutos.

El resto de la comitiva que acompañó a Fernández al Vaticano se sumó cuando concluyó el tramo privado del encuentro. En ese momento se concretó la entrega de los obsequios que le llevó el mandatario.

Como es habitual en las visitas de un presidente al Papa, Fernández llegó al Vaticano con regalos. Eligió un telar elaborado por la Granja Andar, de Moreno, un busto del Negro Manuel, y un libro sobre cafés de Buenos Aires.

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