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El juego de cajas chinas del grupo Vicentin

Sociedades offshore, ingresos no declarados y el súbito estrés financiero

Las sopechas sobre fuga de divisas y encubrimiento de activos, previo a un default y concurso que podrían haber buscado. 

«Tal vez sea mal manejo de la empresa (Vicentin), para no pensar mal y que hubo fuga», dijo el último jueves Daniel Nasini, presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario. Un término que, en boca de uno de los más altos representantes del empresariado de la provincia, es fuerte. Fuga, una sospecha sobre la que se venía hablando en torno al manejo de la cerealera Vicentin, desde que declaró sufrir de «estrés financiero» y dejó de cumplir sus compromisos de pago en diciembre pasado. Informes posteriores y sobre todo revelaciones de la última semana, permiten ir delineando la trama de empresas de sociedades offshore a nombre de los directores y accionistas principales del Grupo Vicentin SAIC, y los movimientos de dinero y cambios patrimoniales a través de Vicentin Paraguay SA, filial sobre la cual empiezan a posarse las miradas de quienes sospechan de una situación de incapacidad de pago «simulada», entre ellas la Unidad de Información Financiera (UIF). Una conclusión preliminar a la que llega una de las investigaciones que se siguen «respecto del verdadero estado económico y financiero del Grupo Vicentin», es que existen flujos financieros injustificados entre Vicentin Paraguay y «sociedades off shore no declaradas que forman parte del grupo». Lo señalado, concluye el informe que ya fue presentado ante diputados provinciales santafesinos, «hacen despertar el estado de sospecha de encontrarnos en un esquema de ocultamiento de activos, perpetrado desde hace por lo menos dos años, sustrayéndolo del alcance de los acreedores en jurisdicción argentina». Es decir, en perjuicio del Banco Nación y los 1865 productores y cooperativas victimas del estrés financiero súbito que lo atacó a Vicentin el 5 de diciembre pasado, apenas cinco días antes de que Mauricio Macri dejara la banda presidencial.  

Semana estresante

El estrés financiero, versión psicológica del default o cesación de pagos, le sobrevino a Vicentin a apenas nueve días de haber recibido del Banco Nación, en su cuenta de la sucursal Reconquista (Santa Fe), 6 millones de dólares por prefinanciación de exportaciones. Fue el último desembolso de un total de 25 que recibió en el mes de noviembre, que completaron la suma de 95,5 millones de dólares. Demasiado súbito es estrés para una empresa que había sido asistida tan generosamente en los 30 días previos, ya que los desembolsos de la entidad oficial habían comenzado el 8 de noviembre. 

Pero hay más elementos a tener en cuenta en aquellos días que, para amigos tan cercanos a Mauricio Macri como Gustavo Nardelli — relación que reconocen todos sus allegados–, deben haber sido traumáticos. No obstante, se ve que, como buen hombre de negocios, el responsable financiero y de las operaciones internacionales del grupo familiar no se quedó paralizado. El 2 de diciembre de 2019, tres días antes del estrés súbito, Glencore y Vicentin SAIC anunciaron la venta del 16,67% del paquete accionario de Renova, de Vicentin Paraguay SA a Oleaginosas Moreno, esta última ya controlada por la suiza Glencore. Esta transferencia de acciones, sumada a una anterior con el mismo sentido por el 33,33% del paquete, llevó a Glencore a controlar el 50% de Renova, la productora de biocombustibles que pasó a compartir en partes iguales con el Grupo Vicentin. 

No se dieron a conocer las cifras de la operación, pero se trata de una «joya» del grupo cerealero diversificado, con lo cual la cifra hay que estimarla en decenas de millones de dólar. Sin embargo, el pago de dicha operación no aparece en los registros de Vicentin SAIC en Argentina. Tampoco en la filial paraguaya. Se entiende la preocupación de los acreedores por el destino de una importante cifra que debería haber sido un importante sedante para evitar el estrés fechado apenas tres días después.

Cazador de fugitivos

La legislatura santafesina creó una comisión investigadora del Caso Vicentin, uno de cuyos principales impulsores es el diputado provincial Carlos del Frade. Este legislador recibió un informe del Estudio Moyano y Asociados, fechado el 1 de junio en Asunción, sobre la investigación que realiza sobre la existencia de posibles activos no declarados en el exterior de la empresa concursada. 

El bufete, encabezado por el abogado argentino Mariano Moyano, se presenta como contratada por acreedores del Grupo Vicentin que se han visto afectados por el default. «El cometido de nuestra firma es la investigacion sobre la existencia de activos del Grupo Vicentin fuera de la Republica Argentina, a los efectos de estudiar la posibilidad de iniciar acciones judiciales donde dichos activos se encuentre radicados o registrados», define en la nota.

En uno de los capitulos del informe, hace referencia a Vicentin Paraguay SA, «cuyos directivos son el señor Gustavo Nardelli y el señor Alberto Padoan, conforme ellos mismos se presentaban en la jurisdiccion paraguaya». Miembro de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadoras de Cereales y Oleaginosas ( CAPECO), Vicentin Paraguay aparece en sus informes como exportadora de una suma promedio de 180 millones de dólares anuales.

Las exportaciones agropecuarias paraguayas no pagan retenciones y están exentas de IVA. Por lo tanto, la carga que Vicentin dice traer desde puerto paraguayo sobre el Paraná, hasta el puerto propio en Rosario, donde completaría la carga con producto argentino, saldría hacia ultramar con una carga binacional, una parte exenta de retenciones y la otra habiendo pagado el tributo. Al haber sido intervenida Vicentin en Argentina, al Estado nacional se le facilitaría el control del volumen que traen los barcos desde Paraguay, para verificar si coincide con la declarada y no se trata de un barco semivacío que se carga en Rosario con soja o trigo que se declara como paraguaya. Pero este control podría no llegar a efectivizarse en la práctica, porque aparentemente la filial paraguaya ya fue desactivada. 

La conexión guaraní

Según el informe del estudio que encabeza el abogado argentino Mariano Moyano, «no existe informe sobre existencia de activos de Vicentin Paraguay SA. Entendemos que las oficinas eran mínimas con una dotación máxima de seis personas. A través del relato de testigos, se ha determinado que Vicentin Paraguay SA funcionaba más como una empresa de corretaje agropecuario ( broker), que de producción. Tenemos relatos de que las oficinas prácticamente están cerradas desde noviembre de 2019, y que los empleados remanentes prácticamente no reciben instrucciones por parte de sus Directivos, con actividades comerciales reducidas al mínimo».

En lo que sí aparecería muy activa Vicentin Paraguay SA es en operaciones financieras con otras firmas en Uruguay y Panamá vinculadas a Vicentin aunque ésta no las declare como tales. Eso es lo que presume Mariano Moyano, quien en su informe a Del Frade señala que, cmo resultado de su investigación, «surgen incongruencias respecto del verdadero estado económico y financiero del Grupo Vicentin; en particular, la existencia de sociedades offshore no declaradas, como así tambien la falta de justificacion en el flujo financiero entre Vicentin Paraguay SA, Nacadie Comercial SA Uruguay, y Nacadie Comercial Panamá. Todo lo cual hace despertar en el suscripto el estado de sospecha de encontrarnos en un esquema de ocultamiento de activos, perpetrado desde hace por lo menos dos años, sustrayéndolo del alcance de los acreedores en jurisdicción argentina».

Nacadie Comercial SA está registrada en Uruguay con domicilio n la zona franca de Montevideo. El investigador Mariano Moyano no pudo acceder a la nómina de accionistas y directores, pero sí a su apoderado: Patricio María Coghlan, contador argentino con domicilio en CABA. Coghlan es, a su vez, director de ENAV Sociedad Anónima, empresa mendocina del Grupo Vicentin que tiene además, como directores, a Máximo Javier Padoan y Gustavo Nardelli.

El mencionado Patricio Coghlan, en representación de Nacadie Uruguay, constituyó el 9 de septiembre de 2019 Nacadie Comercial SA Argentina, con domicilio en  Reconquista, Santa Fe, en Boulevard Hipólito Irigoyen 298, que es justamente el mismo domicilio ee Friar SA, el frigorífico exportador del Grupo Vicentin. Otra joya del collar. Se informó también de la existencia de otra Nacadie Comercial, en este caso en Panamá, pero constituida en 2005, por dos abogados panameños, Asterio Caballero Ibarra y Oriel Francisco Kennion. «De un informe de Inteligencia Competitiva de Uruguay XXI, surge un importante movimiento financiero entre Nacadie Comercial Sociedad Anónima Uruguay y la jurisdicción  panameña», apunta el informe de Moyano y Asociados.

Dicho estudio de abogados inició «acciones criminales contra Vicentin Paraguay en Asunción, que se tramitan ante la Fiscalía Criminal 3, «por los delitos de Lavado de Activos». Se solicitaron medidas de «allanamiento de las oficinas del demandado en Asunción, y la obtención de los registros bancarios del denunciado, como medio de determinar el destino final de la facturación y dividendos de Vicentin Paraguay SA; el proceso penal está en curso».

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